9 de junio de 2009

Casida del rey chico

En el fondo de un aljibe

me encontré la tristeza

que matara al rey Boabdil.

Y a la sombra del almendro

la dejé por los montes de Guajar-Faragüit.

Por ver si cuando el tiempo de la miel

la luz del pensamiento diera flor

y el pueblo recobrara su color verdiblanco

de origen bereber.

Ay niños del campo, espiguitas tiernas,

echad a correr.

Decidle a la tierra

que el pobre la espera al amanecer.

Al amanecer la tierra, al amanecer...